sábado, 9 de junio de 2012

Un buen docente marca una diferencia. Lo que nos enseña la investigación


No es nada nuevo que la calidad y eficacia de las prácticas docentes son clave en la mejora del aprendizaje del alumnado, ya basta de echarle las culpas siempre al alumnado de que no dan unos buenos resultados académicos.

Hace 50 años esto ni siquiera se planteaba ya que lo que dijera el maestro/a iba a “misa”. Si los maestros maltrataban a su alumnado los padres de estos niños/as le castigaban  aun más cuando llegaban a su casa y ni siquiera le pedía razones del porqué había ocurrido eso, en cambio decían: “¡bien lo tienes merecido, algo habrás hecho!”.Por suerte, esto ahora no es así y hay muchas leyes de protección al menor. Los tiempos han cambiado hasta el punto que se muestra en la foto.

Volviendo al tema del artículo, como bien dice tiene escaso sentido hacer hincapié en los cambios organizativos o curriculares dentro del centro si no es porque van a tener un impacto positivo en cuanto a las prácticas docentes de enseñanza-aprendizaje en el aula. La mejora de los resultados académicos de los alumnos no se dará si paralelamente no se da la formación del docente.
Bajo mi punto de vista considero que la formación del docente debe de ser permanente y actualizada, no nos podemos quedar desactualizados en un tema tan importante como la educación, ya que el alumnado que tengamos va a vivir en una sociedad que si no se está actualizado/a en todo momento no se avanza y por lo tanto juegas con desventaja influyendo esto en tu futuro.

Otro punto muy importante también y que tiene que ver con la formación del docente, es la comunicación y relación que haya entre los compañeros (maestros/as). Recuerdo que hay que enseñar y dejarse enseñar. 

Tanto el alumnado como los propios compañeros pueden hacer seguir tu formación de una manera indirecta, ya que con las experiencias de distintos compañeros con su clase puedes aprender.

Un aspecto a destacar del artículo es que no se puede valorar y evaluar tan solo el nivel final de la consecución de objetivos, hay que evaluar y valorar todo el proceso de aprendizaje. Esto nos sirve para ver en qué el docente se equivoca y como no para mejorarlo. En esto consiste la evaluación y no la calificación. Porque las cosas importantes no llevan calificación.

Según las investigaciones dadas, se estima que un alumno con profesor de alto rendimiento teniendo un percentil del 50% puede subirlo a un 90%, en cambio si un alumno con un percentil del 50% con un profesor de bajo rendimiento puede bajarlo hasta un 37%. Estos datos son terribles porque depende de un profesor u otro, el aprendizaje de un alumno/a puede ser mejor o mejor repercutiendo en su futuro, estos datos son terribles pero ciertos.

La metodología y la relación profesor-alumnado es otro factor muy importante en el aprendizaje del alumnado. Igualmente el tipo de actuaciones del profesorado puede tener un impacto positivo o negativo en el aprendizaje de los alumnos/as. 
Otra de las investigaciones realizadas es que según las expectativas que tenga el docente de su clase el resultado será positivo o negativo. Por ejemplo: si un profesor tiene altas expectativas de su clase, tiene más posibilidades de obtener resultados positivos que negativos, y esto pasa lo mismo si se tiene expectativas negativas, tendrá más posibilidad de obtener resultados negativos que positivos. La comunicación entre el alumnado-maestro debe de ser la mayor posible y hay que destacar los aspectos positivos de cada alumno para que así suba su autoestima y en consecuencia aumente su capacidad de aprendizaje, ya que la autoestima es fundamental para la etapa de educación primaria y la etapa de adolescencia.
Como bien se dice en el artículo el buen docente tiene una serie de características profesionales, estas son: a) profesionalismo; b) liderazgo; c) pensamiento; d) planificación/situar expectativas; e) relación con otros.

Además el buen docente debe de utilizar unas ciertas estrategias didácticas apropiadas a la enseñanza que imparta. Estas estrategias se mejoran creando una “comunidad profesional de aprendizaje”, esto es más o menos el intercambio de estrategias, pensamientos, opiniones,… entre colegas en el propio establecimiento escolar.

Por último voy a tocar el tema de la necesidad de rediseñar el trabajo y la organización en las escuelas para las mejoras educativas demandadas. Para que esto ocurra se debe de tocar el “núcleo duro” de la enseñanza. Para mover ese “núcleo”, se debe incluir cambios organizativos, es decir, una estructura favorable para la mejora, tales como la reordenación de los establecimientos de enseñanza, redistribución de los grupos y salas de clase, agrupamientos de  los alumnos, responsabilidades de los profesores, relaciones entre los profesores en su trabajo cotidiano, así como el proceso de evaluar el aprendizaje. En caso contrario, serán asimilados/acomodados a los modos anteriores.

1 comentario:

  1. muy buena reflexion para los docentes, la actualización permanebte y la empatia con los estudiantes

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